¿Qué pasó con esa actitud poco consumista que teníamos durante la cuarentena? ¿Lo green y ecológicos que éramos? Aprendimos hasta que nos fastidiara el sonido de los coches que pasaban frente a nuestra casa, apreciamos lo azul que estaba el cielo por la reducción de la contaminación, nunca nos sentimos tan lejos pero a la vez tan cerca de todos.
No ha pasado tanto tiempo y de las pocas cosas buenas que parecía que nos iba a dejar esta pandemia parece que queda poco. Éramos felices, y no creo hablar a título personal, cogiendo lo primero que pillábamos para ponernos, encontrar qué hacer en casa con lo que teníamos y regalar apoyo y cariño a nuestros vecinos, familia y amigos por el medio que fuera.
Ha sido un mal año económicamente para el 99,9% de las personas (números arriba, números abajo), empezando por la mayoría de empresas y es comprensible la necesidad de revertir un poco esos números rojos con volumen de ventas, pero además de la contaminación publicitaria y promover un consumismo exacerbado, no nos olvidemos que en la otra cara de la moneda están los pequeños comercios que no tienen más remedio que subirse a este carro del Black Friday y que no les viene nada bien reducir sus márgenes en los tiempos que corren.
Parece que soy el Grinch del Black Friday y por paradójico que suene soy marketero de formación, pero me fastidia una fiesta del consumo por el consumo, donde lejos de promover una propuesta de valor además del precio, no hay ni siquiera una idea creativa detrás que gritar un descuento en todos los medios. Casi tan creativo como la campaña de “compramos tu coche compramos tu coche compramos tu coche” (y creo que sigue así porque luego cambio de emisora).
Hay excepciones como la campaña de IKEA que me dio gusto ver, Green Friday. Para los que no la han visto, ellos ofrecen recomprarte sus productos y a cambio te dan un vale de consumo en su tienda. Sostenibilidad, ahorro y confianza en sus productos usados, valores de marca que seguramente son los que promueven y están detrás de esta forma creativa de hacer un descuento.
Piensa que estas navidades lo que más necesitan tus seres queridos es a ti y con un poco de suerte parece que lo podrás hacer en vivo y en directo. Piensa en qué les cocinarás, cómo decorarás tu casa para ellos, cómo jugarás con tus sobrinos para que sea con seguridad y cómo abrazarás a tus abuelos para no pegarles nada y si por lo que sea compras en Black Friday, hazlo con responsabilidad.
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